Las 8 necesidades Relacionales
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Las Necesidades Relacionales para el Bienestar y la Conexión Humana
La comprensión de las necesidades relacionales es fundamental para el bienestar emocional y la forma en que las personas interactúan con el mundo. Estas necesidades son inherentes al contacto interpersonal y su satisfacción es esencial para mejorar la calidad de vida y fortalecer el sentido del "sí mismo" en la relación. Responden a un deseo humano y universal de conexión íntima, permitiendo la interiorización de la seguridad, la confianza, el valor y la propia imagen dentro de una relación. Es importante destacar que estas necesidades no son exclusivas de la niñez, sino que están presentes a lo largo de toda la vida de una persona, cada día. Aunque la infancia es un período sensible para el aprendizaje de relaciones sanas, no es el único momento para ello. La conciencia de estas necesidades a menudo surge a nivel corporal precisamente cuando no han sido satisfechas, especialmente tras experiencias de negligencia emocional o física, maltrato, o condiciones empobrecidas en los planos emocional, estimulativo o estructural.
Manifestaciones de Necesidades No Satisfechas
Cuando las necesidades relacionales no se cubren adecuadamente, pueden manifestarse síntomas como el anhelo, el sentimiento de vacío, de soledad y la rabia. Desde la perspectiva de la teoría polivagal, se observa que estas necesidades son tan sustanciales para la vida que el sistema nervioso percibe su ausencia o cuando han sido provistas de una cualidad distorsionada.
Las Ocho Necesidades Relacionales Clave
En el ámbito de la Terapia Integrativa, se enumeran ocho necesidades relacionales fundamentales. Su comprensión es vital, especialmente al abordar el trauma de apego o de desarrollo, donde con frecuencia se observa una carencia en cada una de ellas. A continuación, se detallan estas ocho necesidades:
Necesidad de Seguridad: Implica una necesidad visceral de sentir la vulnerabilidad –física, emocional y cognitiva– protegida. Requiere que las necesidades individuales sean percibidas como naturales y que la otra persona sea capaz de comprender y proporcionar aquello que reduce el miedo y la ansiedad. Se manifiesta en una relación sin sobresaltos, peligros o imprevistos, donde el otro es predecible y brinda seguridad tanto al cuerpo como a los afectos, respetando la debilidad y el núcleo más vulnerable. Refleja la idea de que "mis necesidades y sentimientos son normales y aceptables" y que, aunque vulnerable, se puede estar en armonía con el otro.
Necesidad de Validación, Afirmación e Importancia dentro de una Relación: Es la necesidad de sentirse visto y comprendido en la relación. Se busca que la otra persona sea sensible y valide los afectos, la forma de ver el mundo y las creencias, incluso ayudando a comprender por qué se ha llegado a sentir o pensar de cierta manera, especialmente si antes no fue comprendido o fue desvalorizado. Implica una reciprocidad afectiva, donde el otro responde con afecto y contribuye a la auto-comprensión. Gran parte de esta captación es no verbal y visceral, ocurriendo a nivel subcortical mediante un mecanismo de neurocepción.
Necesidad de Aceptación por otra Persona Estable, Confiable y Protectora: Se refiere a la necesidad de ser aceptado por alguien consistente, fiable y predecible. Esta persona permite mostrarse tal como se es (en alegría o desazón), sintiéndola siempre presente. Con esta figura estable, es posible construir una sensación interna de sentido, orden y regulación. Representa tener un "otro seguro" a quien admirar, del que aprender, y que siempre estará.
Necesidad de Confirmación de Experiencia Personal: Es la necesidad de estar en presencia de alguien similar que comprende, a menudo por haber tenido una experiencia parecida. Se busca que el otro entienda las esperanzas, conflictos y estrategias utilizadas para protegerse, especialmente aquellas relacionadas con experiencias traumáticas o dolorosas que quedan grabadas en el cuerpo. Es crucial que las "memorias antiguas" o comportamientos que fueron vitales para la supervivencia sean reconocidos y valorados por el otro como experiencias con sentido, no pasadas por alto. El otro reconoce, aprecia y valora la experiencia individual.
Necesidad de Autodefinición: Consiste en la necesidad de poder expresar lo singular en uno mismo y de recibir reconocimiento y aceptación de la propia identidad, preferencias, intereses y decisiones de vida, en un ambiente libre de críticas, humillación o amenazas a la esencia. Se necesita que el otro capte la identidad propia.
Necesidad de Tener Impacto en la Otra Persona: Es la necesidad de sentir que la propia presencia importa y que se puede influir o "despertar" el interés y la atención del otro. Se busca que el otro sea sensible y resuene con las conductas, afectos y pensamientos, y que además lo demuestre con un gesto. Esta necesidad se nutre cuando el otro está en sintonía con las emociones (ofreciendo compasión si hay tristeza, seguridad si hay miedo, alegría si hay contento) y toma en serio sin enfado. Se experimenta una vivencia profunda de que el otro resuena y reconoce la importancia de uno en la relación.
Necesidad de que el Otro Tome la Iniciativa: Es la necesidad de sentir que el otro no es pasivo en la relación y que activamente ofrece interés y proporciona contacto. La otra persona tiene tiempo, se interesa sin un objetivo ulterior, y hace saber que se es importante para ella, a través de una llamada, un mensaje, o cualquier señal de que se está en su campo de acción y observación. Se satisface cuando el otro "lanza lazos de interés".
Necesidad de Expresar Amor: Es la capacidad de mostrar gratitud, agradecimiento y dar afecto al otro de diversas formas, o hacer algo por el otro. Implica poder reconocer y agradecer la importancia que la otra persona ha tenido en la historia propia, superando barreras como la vergüenza. Es fundamental que el otro no interprete estos gestos como manipulación, sino como actos genuinos de amor. Permite conectar con la fuerza del agradecimiento y la capacidad de agradecer al otro con todo el ser.
Cultivando la Satisfacción de las Necesidades Relacionales
Estas necesidades pueden haber sido satisfechas en un continuo que va desde la plenitud hasta la carencia total. Sin embargo, es fundamental que se pueden aprender, entrenar y experimentar la satisfacción de estas necesidades tanto en las relaciones adultas como, de manera significativa, en el espacio terapéutico. En terapia, la relación establecida se convierte en un lugar sanador que permite experimentar aspectos que contribuyen al crecimiento y a la conquista de una mayor capacidad de autorregulación emocional. Se puede inspeccionar las relaciones más cercanas para observar cuáles aportan una mayor satisfacción de estas necesidades y cuáles son más deficientes. Un ejercicio valioso de auto-observación consiste en puntuar del 1 al 10 la percepción de la satisfacción de cada una de estas ocho necesidades en las relaciones, considerando tanto lo que se recibe como lo que se da. Esto ayuda a identificar áreas específicas a cultivar para mejorar las relaciones y, por ende, el bienestar general.